Porque no fue terror ni pánico lo que Elvy sintió entonces al ver aparecer a su marido, muerto tres años después de que celebraran sus bodas de rubí. No. Sólo sorpresa y… cansancio. Por eso avanzó hacia él y le preguntó:
– ¿Qué haces aquí?
Imagina que los muertos deciden que no quieren estar muertos y regresan a casa, imagina que muchos de ellos llevan al menos dos meses muertos, ¿qué pensarías? ¿qué sentirías cuando al abrir tu puerta te encontraras con tu ser querido enterrado hace un par de semanas? ¿te daría miedo? ¿te horrorizarías? ¿te quedarías a su lado, pues, después de todo, era a quien amabas?
Descansa en paz, del escritor sueco John Ajvide Lindqvist, es la novela que te llevará por un mundo en el que los muertos recientes, “redivivos” como aquí se les llama, sienten nostalgia por la vida y regresan, no para comer cerebros, sino sólo para estar. Si estás buscando una novela de zombies infectando a la raza humana y sobrevivientes huyendo de ellos, esta no es la novela. Si, por el contrario, lo que quieres es leer una novela en donde se hable de la “muerte nostálgica,” entonces Descansa en paz es para ti, pues es ante todo, una novela humana en la que se mezcla con gran maestría el horror que representa ver andar un cuerpo en estado de putrefacción, así como el dolor que puede causar la muerte de un ser querido.
Humana y horrible, triste a la vez que repulsiva, dolorosa y aterradora son las descripciones con las que mejor puedo definir esta novela y, sin pensarlo dos veces, es una de las mejores novelas del género de terror que he leído. Después de la última línea, entiendo el comentario que Horace Engdahl, Secretario permanente de la Academia Sueca, ha hecho en relación con Descansa en paz.
Esta novela es una obra maestra. Es uno de los pocos relatos que hacen que el lector sienta lo que es la muerte. Un libro magnífico y un gran autor.
