Vampiros

Las leyendas alrededor de todo el mundo nos han hablado de la existencia de vampiros, los seres que han regresado de la muerte y se alimentan de sangre humana para poder subsistir, pues sólo a través de ésta son capaces mantener sus cuerpos.

Se piensa que los vampiros fueron en vida personas violentas, criminales, personas que murieron repentinamente o se suicidaron y como castigo han sido condenados a regresar de la muerte, manteniendo sus cuerpos activos (sin estar necesariamente vivos, pero tampoco muertos) y alimentarse de la sangre de otras personas durante las noches. De ahí que también nos refiramos a ellos como los “no muertos”. Otra forma de convertirse en vampiro es por medio del “contagio” en el que el vampiro se alimenta cada noche de la sangre de una misma víctima hasta que ésta fallece y se convierte a su vez en un vampiro condenado a seguir los pasos de su victimario.

El origen de la palabra “vampiro” sigue siendo incierto; hay quienes piensan que puede encontrarse en el eslavo oriental upior/uper/upyr derivados de uber que quiere decir “bruja” en turco. Hay quienes afirman que puede tener un origen en el griego упырь que significa “beber”. Por otro lado también es posible encontrar algunos antecedentes en el serbio вампир y en el húngaro vampir, ambos vocablos con paralelos en la mayoría de las lenguas eslavas que hacen referencia a “volar”, “chupar”, “beber” y “lobo”; de esta manera en checo y eslovaco encontramos upir, para el polaco es wąpierz y upiór, en ruso упырь (upyr’), en el lituano wempty, etc. En lo que se refiere a Occidente, es en Inglaterra en el año 1679 donde encontramos las primeras referencias a esta palabra con un estudio de Paul Rycant sobre la Iglesia en Armenia y Grecia; en Francia en 1693 el diario Mercure Galant presenta algunos relatos sobre estos seres. Actualmente, el término inglés vampire procede del alemán y el austriaco vampir que comenzó a ser utilizado en 1721 y se derivó de los vocablos serbio y húngaro descritos anteriormente.

En cuanto a las características y dado que el “vampiro” es un tema común en las leyendas de muchos pueblos, especialmente en los países de Europa del Este, no existe una descripción física que concuerde de cultura en cultura; sin embargo, es posible enumerar algunas características físicas y comportamiento:

Poseen colmillos que utilizan para morder a sus víctimas y beber de su sangre, la cual es vital para ellos. Son eternamente jóvenes, no tienen reflejo pero sí proyectan su sombra, duermen en ataúdes durante el día, ya que esta luz los debilita y en algunos casos los aniquila. No toleran el ajo ni el olor a rosas, temen a los crucifijos y al agua bendita, de hecho, estas son las tres formas típicas de ahuyentarlos. Son de piel pálida, extraordinariamente sensuales e irresistibles para casi cualquier mortal; de uñas largas y mal aliento.

Debido a que los “no muertos” causaron gran terror en muchos pueblos asesinando e infectando a miles de víctimas, la gente se dio a la tarea de cazarlos y aniquilarlos de la faz de la tierra. Algunas costumbres funerarias que hoy en día se conservan tenían por objeto mantener a los vampiros en sus tumbas, por ejemplo: colocar flores, especialmente rosas, en los ataúdes; las personas que se suicidaban y estaban expuestas a convertirse en vampiros, las que estaban bajo sospecha de haber muerto a causa de un vampiro y cualquier cadáver que representara una amenaza para la población, eran enterradas con una estaca de madera clavada en su corazón; asimismo, los cruces de los caminos eran borrados para que el vampiro no pudiera encontrar el camino de regreso para aniquilar a sus familiares. También pueden ser exterminados con el uso de balas de plata, estacas de madera clavadas en sus pechos y exponiéndolos a la luz solar.