La leyenda del nahual

La palabra nahual es de origen náhuatl y significa “lo que es mi vestidura o piel”, este vocablo está también estrechamente relacionado con la sabiduría o el entendimiento, de ahí que se vincule los nahuales con los brujos que eran las personas más sabias del México prehispánico.

Los nahuales, como ya se ha explicado en el párrafo anterior, son hombres (generalmente hechiceros o shamanes) con la facultad de adquirir la forma de algún animal como puede ser el jaguar, ocelote, búhos, coyotes, entre otros; a estos nahuales se les conoce también como tlatlacatecolo, es decir, “hombre búho” y no son otra cosa más que los brujos o shamanes del pueblo. Los antiguos pobladores del México prehispánico creían que toda persona al nacer tenía el alma de un animal que era responsable del cuidado y protección del recién nacido y se encargaba también de aconsejarlo.

A pesar de que todos tenemos un nahual, se piensa que quizá los shamanes o los brujos son los que pueden crear un vínculo más estrecho con sus nahuales, lo que les permite disfrutar de sus principales cualidades, por ejemplo: un brujo cuyo nahual sea un águila, gozará de su visión; hay incluso quienes afirman que un shaman está tan ligado a su nahual que tiene la capacidad de adquirir su forma. Aunque no todos ellos utilizaban esta capacidad para hacer el bien: se decía que algunos shamanes se convertían en animales durante las noches y acostumbraban entrar a las casas para atacar a sus moradores, especialmente a los niños, esta creencia cobró gran fuerza durante la época del México Colonial y por ello es en este periodo que muchos brujos y shamanes identificados como nahuales murieron a manos de la Inquisición.

Existen tres formas en las que un shaman puede convertirse en un animal:

1. La primera es cuando el brujo desaparece y encarna en su nahual, de esta manera el shaman puede incorporar su pensamiento en el animal en el que se haya convertido.
2. Cuando se desprende de partes de su cuerpo.
3. Cuando el alma del brujo se desprende de su cuerpo mientras este duerme y viaja tomando la figura de algún animal.