Como ya hemos dicho, no hay hadas buenas ni hadas malas, pues éstas no se mueven en el mismo plano del “bien” y el “mal” conocido por los humanos; por lo cual, en ocasiones sus actitudes pueden parecernos malvadas o bondadosas, lo cierto es que las hadas lo único que siempre han buscado, es ayudar y agradar al humano.
De esta manera, originalmente las hadas tenían la función de llenar de regalos y dones a los niños recién nacidos. El don dependía de la forma en que los padres trataban al hada, si estos eran delicados y trataban bien al hada, entonces ésta concedía dones como la belleza, la inteligencia o el buen carácter. Pero cuando los familiares eran hostiles o groseros, el hada podría sentirse ofendida y con el don concedido vendría una limitación que afectara al recién nacido durante toda su vida.
Las hadas además, como seres elementales que son, se encargan de cuidar el entorno y el elemento del que proceden; así, las hadas de los de la tierra se encargarán de cuidar los bosques, las cuevas; las hadas de agua, se encargarán de cuidar los manantiales, las cascadas, los ríos y en algunos casos cuidan y guían a los marineros; las hadas de fuego guiarán los rayos de las tormentas, etc.
Algunas hadas, como las Fylgiar, tienen el encargo de cuidar de una persona y velar por su bienestar, además pueden revelar de qué forma morirá el individuo. En Francia, el hada Abonda procura abundancia y Arie se encarga de dejar regalos a los niños en Navidad; Befana hace lo mismo que Arie, pero en Italia. En Alemania, las Nornes son las encargadas de conceder regalos a los niños recién nacidos.
Como podemos notar, a pesar de sus actitudes nos hagan pesar que las hadas son malvadas, estas siempre han tratado de ayudar de una y otra forma a los seres humanos. Su función original continua hasta nuestros días, pero con el paso del tiempo, han ido interfiriendo cada vez más en la vida de los humanos.
10 Añadir un comentario La Misión de las Hadas