El Escudo de Cataluña

El Escudo de Cataluña está formado por cuadro barras rojas verticales. No se sabe a ciencia cierta el motivo de es diseño; sin embargo, una leyenda muy conocida entre los españoles explica el porqué de estas barras rojas:

Se dice que entre tanta invasión, los normandos comenzaban a poner el reino de Francia en peligro; el entonces rey de aquel país, Carlos II, mejor conocido como Carlos “El Calvo”, se encontraba seriamente preocupado por la situación de Francia y, viendo que su ejército no podría aguantar mucho más frente a los normandos decidió pedir ayuda a Wilfredo “el Velloso”, su vasallo y Conde de Barcelona.

Wilfredo acudió inmediatamente al llamado de Carlos II y se hizo acompañar de sus más valientes guerreros para luchar contra los normandos. Cuando llegó a Francia vio como el rey comenzaba a retroceder ante el ejercito enemigo, así que sin dudarlo un segundo se lanzó ferozmente a la lucha para ayudar al rey.

Pronto logró contener el ataque de los normandos y, lo más importante, que estos se batieran en retirada. Ante el éxito inminente de la batalla, el Conde de Barcelona se retiró a su tienda; sin embargo, la batalla había pasado su cuota a Wilfredo que se encontraba herido con la punta envenenada de una flecha.

Cuando el rey de Francia se enteró de la victoria, se alegró inmensamente y quiso ir a dar las gracias a Wilfredo. Ya en la tienda del Conde de Barcelona que yacía moribundo, le dijo estas palabras:

— Mi querido Conde de Barcelona, has peleado muy bien en esta batalla; pedidme lo que quieras: tierras, oro, títulos de nobleza… Lo que quieras, no dudes que yo te lo daré. Desde hoy eres un conde independiente en Francia, mi mejor amigo durante épocas de paz y, mi guerrero más valiente en épocas de guerra.

— Su majestad —respondió el Conde de Barcelona cada vez más débil—. No temo a la muerte, aunque tengo esta herida de mi pecho. Mi mayor deseo es que el escudo de mi tierra, que no es otra cosa más que un campo liso de oro, tuviera algún emblema que proclamara los honores que he ganado para ella.

Al oír esto Carlos II, mojó los cuatro dedos de la mano derecha en la sangre del valiente Wilfredo “el Velloso”, acto seguido, los pasó de arriba a abajo por el escudo dorado del Conde de Barcelona. Cuatro barras de sangre, cruzando verticalmente el escudo dorado de Wilfredo, quedaron marcadas sobre éste. Entonces, el Conde de Barcelona, moribundo ya, escuchó decir al Rey de Francia:

— Con sangre y esfuerzo habéis ganado, conde, este blasón. Que de ahora en adelante sea vuestra bandera, reconocida por todos en aquellas tierras y en tierras francesas también.

Wilfredo, con el poco aliento que le quedaba sólo pudo susurrar su agradecimiento al rey y agregó también:

— Cataluña ya tiene escudo y yo puedo morir tranquilo.

Estas fueron las últimas palabras de Wilfredo o, al menos eso cuenta la leyenda que afirma además que desde aquel entonces el Escudo de Cataluña lo cruzan 4 barras rojas que representan la sangre de aquel valiente hombre.