Se dice que el espiritismo, también conocido como doctrina espírita, es la serie de actividades con las cuales una persona, generalmente un médium, se pone en contacto con un alma; lo anterior basado en la creencia de que cualquier humano tiene un alma o espíritu que sobrevive a la muerte.

El espiritismo nació cerca de 1848 al norte de Nueva York, cuando las hermanas Fox afirmaban que los espíritus se comunicaban con ellas; 30 años más tarde las hermanas Fox admitieron el fraude; sin embargo, para ese entonces el espiritismo había cobrado la suficiente fuerza para que miles de mediums se dedicaran a “contactar” con espíritus.

Actualmente, el espiritismo se basa en la Codificación espiritista o_Pentateuco kardecista_, compuesta por 5 libros: El libro de los espíritus (1857), El libro de los médiums (1861), El evangelio según el espiritismo (1864), El cielo y el infierno o la justicia divina según el espiritismo (1865) y La génesis, los milagros y las profecías según el espiritismo (1868), todos ellos escritos por el francés Hypolite Léon Denizard Rivail, mejor conocido como Allán Kardec, quien definía al espiritismo como la “ciencia que trata la naturaleza, origen y destino de los espíritus, así como sus relaciones con el mundo corporal. Como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que dimanan de esas mismas relaciones”.

Aunque Allán Kardec nunca estableció un ritual específico para el espiritismo, es bien sabido que los que acogen esta práctica siguen algunos principios propios de cualquier otra religión aunque los adeptos no la acepten como tal, por ejemplo: reuniones al menos 3 veces por semana para realizar algunas lecturas; reuniones de médiums y reuniones de jóvenes y niños, entre otras. El espiritismo es tolerante a la práctica de cualquier religión y también a la ciencia y la investigación, y es quizá por este motivo que muchas personas la adopten como una segunda religión.