Para luchar contra los fantasmas vikingos
En el post anterior enlistamos algunos de los principales fantasmas vikingos. En éste hablaremos sobre algunos de los principales rituales para luchar contra los fantasmas vikingos. Y es que, como ya lo vimos, estos seres no eran del todo amables, así que había que cuidarse muy bien de tener que enfrentarse a uno de ellos.
Ritos funerarios vikingos
De acuerdo con la Saga de Egil Skallagrimsson, escrita a principios del siglo XIII por Snorri Sturluson, se narran algunas de las principales costumbres funerarias previas al entierro con el único fin de proveer a los muertos los medios necesarios para la otra vida y lograr que encontrara la paz. Un entierro incorrecto era el medio más seguro para perturbar al difunto y hacer que regresara en forma de fantasma, como los draugr, a atormentar a sus familiares.
El primer paso era cortarle las uñas y el cabello. Es muy probable que esta costumbre tenga una estrecha relación con Naglfar, una nave que, de acuerdo con la mitología nórdica, estaba hecha completamente con uñas de los muertos; se creía además que durante el Ragnarök esta nave sería liberada y llevaría el caos contra los dioses nórdicos.
Otra costumbre funeraria importante era la de romper una pared, por esta pasaban el cadáver y una vez terminados los ritos funerarios, volvían a cerrar dicha pared. De acuerdo con las creencias vikingas, los muertos sólo podían regresar por el mismo lugar por el que habían salido. De esta manera, cuando tapiaban la pared se aseguraban de que, en caso de regresar, el muerto no encontrara por dónde entrar a la casa.
En otras sagas vikingas se menciona también que los esclavos podían ser sacrificados para acompañar a su amo. También era común quemar los cadáveres. Una vez transcurridos siete días después de la muerte de una persona se realizaba el sjaund, es decir, una celebración conocida como la «cerveza funeraria». Después de esta celebración, los familiares podían tomar posesión de su herencia.
Para luchar contra los fantasmas vikingos
Para aquellos muertos que no habían recibido las ceremonias necesarias y que ya estaban de vuelta como espectros se tomaban medidas más drásticas que muchos nos recuerdan a toda la tradición vampírica del este de Europa. A continuación algunos ejemplos:
- Cortarle la cabeza. En este caso había mayor probabilidad de éxito si se hacía con el arma con la que fue enterrado.
- Por otro lado, también se les enterraba una estaca en el pecho y el cadáver se colocaba boca abajo en su tumba, una tradición que más tarde encontraríamos profundamente arraigada en Rumania para los cadáveres sospechosos de vampirismo.
- En otras tumbas se escribían palíndromos con la finalidad de que el muerto, si es que regresaba, se mantuviera entretenido tratando de descifrarlo.
Referencias:
- Clements, J. M. Mundos perdidos: Vikingos. Madrid : Cengage Learning Paraninfo, 2007.
- Velasco, Manuel. Breve historia de los vikingos. Madrid : Nowtilus, 2012.
- Wikipedia.
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