Otras formas de adivinación

En este blog hemos hablado extensamente de las mancias, es decir, todas aquellas prácticas que buscan conocer el futuro. Sin embargo, son tantas las formas en las que antiguamente se pretendía adivinar (algunas más extrañas que otras) que bien vale la pena retomar el tema en este artículo:

Abacomancia: proceso de adivinación que se basa en el uso de tablas con respuestas preparadas para las preguntas que se van a realizar. 

Astragalomancia: en este método de adivinación se utilizan los dados, mismos que son numerados para establecer su correspondencia en letras y así poder obtener alguna respuesta sobre el futuro. 

Belomancia: esta forma de adivinación consistía en escribir respuestas favorables y desfavorables en las flechas; posteriormente se realizaba una pregunta y se sacaba una al azar. 

Cartomancia: utiliza las cartas o naipes para la adivinación. Se le conoce comúnmente como “echar las cartas”. Existen varios sistemas de cartomancia, todo dependerá del cartomántico que eche las cartas. También se le conoce con el nombre de sortiaria.

Cefalomancia: este método de adivinación colocaba sobre la cabeza de un asno las ascuas (es decir, restos de las brasas). Era muy utilizado entre los lombardos y los alemanes. 

Craneomancia: la craneomancia se basa en la observación del cráneo de una persona para poder adivinar su futuro. 

Cristomancia: adivinación que utiliza harina. 

Cromomancia: este método de adivinación utiliza las cebollas. 

Engastrimancia: adivinación que se realizaba a través de la interpretación  de los sonidos del vientre. 

Giromancia: método de adivinación que consiste en dar vueltas alrededor de un círculo. 

Lacomancia: método de adivinación que utiliza dados. No se confunda con la astragalomancia, pues en la lacomancia los números no se corresponden con las letras. 

Lapodomancia: método de adivinación que observa la llama de una antorcha, o bien la luz que emite una lámpara. 

Podomancia: método de adivinación que observa las líneas de los pies. La lectura de pies, muy similar a la quiromancia, de la que ya hablamos en un post anterior. 

Yatromancia: una práctica de origen griego que buscaba diagnósticar y pronosticar la curación de un paciente.

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