Obake, los shapeshifters de Japón
Los obake (お化け) son seres sobrenaturales (animales, personas o incluso cosas) provenientes del folclore japonés pertenecientes a la familia de los Yōkai que tienen la capacidad de cambiar de forma, o lo que en occidente se conoce comúnmente como shapeshifter. Dependiendo de la situación que los llevó a convertirse en Obake, algunos son de naturaleza malvada y otros benévolos.
A menudo se confunden con fantasmas, sin embargo, es importante aclarar que son seres vivos que han adoptado alguna forma distinta a la suya. Como se menciona al principio, pueden ser animales, personas o cosas; en el caso de los animales encontramos a perros, serpientes, tejones, gatos, lobos (a los que se les conoce como Kitsume) o arañas, por mencionar algunos ejemplos.
Al principio les mencionabamos que cualquier persona, animal o cosa puede convertirse en obake; en el último caso, cuando una cosa se convierte en obake se le conoce con el nombre de tsukumogami pero, ¿por qué motivo algo inanimado podría cambiar de forma? De acuerdo con el folclore japonés esto generalmente ocurre cuando las cosas son abandonadas o descuidadas. Los tsukumogami no son particulamente peligrosos, son más bien traviesos, aunque es preferible no correr el riesgo de enfrentarnos a un tsukumogami enojado. El ejemplo más conocido de cosa que ha cambiado de forma son las karakasa-kozo, es decir, las sombrillas de papel que se usan en Japón.
Por su parte los Kitsume, es decir, los lobos obake pueden ser tanto buenos como malos. Los Kitsume malvados pueden poseer a las personas, cuando se trata de mujeres lo hacen a través de sus uñas o su pecho. Los Kitsume malvados también tienen poderes, por ejemplo, lanzar fuego a través de su cola, tienen la capacidad de distorsionar el tiempo y el espacio, adoptan otras formas o incluso pueden comportarse como vampiros.
Por último, se cree que cuando un obake ha vivido más de 100 años, se puede convertir en humano.
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