Lemuralia y Parentalia, festivales de la muerte en Roma Clásica
Aunque la celebración del Día de Muertos en México (1 y 2 de noviembre) se ha ganado el merecido lugar de Patrimonio Intangible de la Humanidad por parte de la Unesco, la celebración a la muerte no es exclusiva de este país. Ya desde tiempos remotos distintas culturas alrededor del mundo han rendido culto a la muerte, por ejemplo, los Lemuralia y Parentalia, festivales de la muerte en Roma Clásica.
Aunque los Lemuralia y Parentalia estaban dedicados a los muertos, los Lemuralia tenían como fin exorcizar a los espíritus que atormentaban a los vivos, mientras que los Paternalia honraban a los familiares muertos. A continuación detallamos más cada festividad:
Lemuralia y Parentalia, festivales de la muerte
Lemuralia
En la Roma antigua se creía en los Lemures, es decir, en los espíritus de los muertos que rondaban cerca de los hogares y causaban males a los vivos. Por ello todos los 9, 11 y 13 de mayo (que eran las fechas en que estos espíritus vagaban en el mundo de los vivos) se llevaba a cabo el Lemuralia o Festival de Lempira. Los Lemuralia era una festividad que tenía como finalidad la de «exorcizar» o conjurar a todos estos espíritus.
El miembro principal de la familia (patres familiarum ) era el encargado de llevar a cabo dicho exorcismo, para ello se levantaba a media noche, hacía una señal de protección, se lavaba y purificaba, posteriormente caminaba descalso y escupía 9 habas negras en el piso (en Fastos de Publio Ovidio Nasón se describe que las habas se arrojaban a la espalda del responsable del rito). Se creía que cuando los lemures levantaban las habas quedaban satisfechos y dejaban tranquilos a sus familiares.
Se creía que una de las principales razones para que los muertos abandonaban su reposo era porque ansiaban volver a probar los alimentos que en vida disfrutaron. Quizá por ello se quedaban tranquilos cuando los vivos les lanzaban habas negras. Y aunque el motivo nos pueda parecer nimio, los Lemuralia no eran cosa menor, de hecho se consideraban días peligrosos; por ello, no se celebraban matrimonios durante esos tres días.
Parentalia
Los Parentalia o Fiestas Parentales, por su parte, se realizaban del 13 al 21 de febrero. Estas celebraciones estaban destinadas a honrar a los familiares muertos a los que se les ofrendaba alimentos como leche, vino y miel.
Durante los Parentalia también se le rendía culto con incienso y flores a los Lares, que eran los espíritus encargados de proteger a una familia. Al igual que los Lemuralia, durante la celebración de los Paternalia las bodas estaban prohibidas y todos los templos permanecían cerrados.
Se decía que en el último día de estas celebraciones (21 de febrero) las almas de los muertos andaban libremente en el mundo de los vivos. De igual manera, el 21 de febrero era el día destinado para rendir culto a los Manes –que eran los espíritus de los familiares muertos o los antepasados–. Este último día era conocido como Feralia y se acostumbraba a realizar un sacrificio en honor a Tácita, la diosa silenciosa.
Fuente:
Zarauz López, Héctor. La fiesta de la muerte. México : Conaculta, 2000.
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