La leyenda de la Xtabay
En este post queremos compartirles la leyenda de la Xtabay, procedente del folklore maya y que es quizá una de las historias que más se ha transmitido de boca en boca durante siglos, aprovechamos también para agradecer a nuestra lectora Alejandra Sánchez por la sugerencia para este post:
En un pueblo de Yucatán vivían dos mujeres muy hermosas; la primera se llamaba Xtabay, además de bella era generosa, dulce y siempre dispuesta a ayudar a los más necesitados, curaba a los enfermos, recogía y se hacía cargo de los animales abandonados, además no se inmiscuía en asuntos ajenos; su único defecto era la desenfrenada pasión que la llevaba a tener muchos amantes; motivo por el cual la gente del pueblo la despreciaba y la criticaba duramente llamándola Xkeban, es decir, prostituta.
Por otro lado, estaba Utz-Colel, que como su nombre lo indica, era muy decente, honesta y la más pura de todas las mujeres del pueblo. Sin embargo, a pesar de la perfección que prodigaba, era una mujer orgullosa y con un corazón frío; le repugnaban los pobres y jamás ayudaba a nadie.
Un día, la gente del pueblo no vio salir a Xtabay de su casa y pasaron los días sin que se tuviera noticia de ella. Pronto un olor a flores invadió todo el pueblo y sólo hasta que las personas se pusieron a investigar de dónde venía el olor, se dieron cuenta que los llevaba a la casa de Xtabay, donde la encontraron muerta y, para asombro de todos, su cuerpo era el que emanaba ese olor exquisito. Cuando Utz-Colel se enteró de lo ocurrido sintió gran envidia y dijo que si de una mujer como Xtabay se desprendía olor a flores en lugar de putrefacción, entonces cuando ella muriera su aroma sería el mejor de todos. Sólo unos pocos se compadecieron de Xtabay y la llevaron a enterrar, grande sería su sorpresa al día siguiente cuando encontraron que de su tumba habían brotado cientos de flores hermosas que nadie conocía.
Al poco tiempo, también murió Utz-Colel, a diferencia del entierro de Xtabay, el de Utz-Colel fue el más concurrido de los que se recuerden en el pueblo; sin embargo, de su tumba no emanó ningún olor agradable, por el contrario, se dice que era un hedor insoportable, más desagradable incluso que el de la propia putrefacción de un cuerpo; los pobladores al recordar la vida recta de Utz-Colel creyeron que el olor era causado por el demonio; así que llenaron la tumba de flores.
Se dice, que Xtabay se convirtió en Xtabentun una hermosa flor de campo; sin embargo, Utz-Colel, se convirtió en Tzacam, un cactus del que brota una flor de olor muy desagradable. Esto llenó de odio y envidia a Utz-Colel que pronto acudió a espíritus malvados para pedirles que le permitieran regresar al mundo de los vivos con la apariencia de Xtabay para enamorar a los hombres y así correr con la misma suerte de la bella doncella; sin embargo, no entendía que la suerte de Xtabay se debía a su buen corazón y no a los hombres que enamoró en vida.
Como Utz-Colel nunca amó a nadie, lo único que logra cuando regresa en forma de Xtabay es atraer a los hombres que termina asesinando con las espinas de su cactus. Desde entonces, al anochecer Utz-Colel espera a los hombres cerca de las Ceibas (que son árboles sagrados para los mayas), donde son encontrados muertos a la mañana siguiente.
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