¿Sabías que una de las prácticas adivinatorias más antiguas es conocida como aruspicium?
Consistía en sacrificar animales, ofrecerlos a los dioses y observar las marcas, colores y formas de las entrañas (hígado, riñones, pulmones, bazo, intestinos, vesícula) para predecir el futuro.

El término aruspicium proviene del latin haruspex, que significa entrañas y de specere que quiere decir mirar, es decir, mirar a través de las entrañas. Dado que el hígado es considerado el órgano donde se regulan funciones vitales para el organismo, por ejemplo, desintoxicar la sangre, no es de extrañar que haya sido uno de los órganos más utilizados para esta práctica y, en este caso, estamos hablando de hepatoscopía; se dice incluso que mediante la observación del hígado fue posible predecir la muerte e Alejandro Magno.

Como actividad adivinatoria, es una de las más antiguas de la historia humana y fue utilizada por griegos, romanos, babilonios, etruscos y algunas tribus de África y América del Sur.