Dragones medievales
¿Sabías que en el Cantar de los Nibelungos, Sigifrido mata a un dragón?
El Cantar de los Nibelungos es un poema épico medieval y, de hecho, durante este periodo histórico los dragones jugaron un papel muy importante para la Iglesia Católica que los utilizaban para reforzar la idea de la lucha contra el mal. De esta manera, los dragones medievales encarnaban la herejía y la traición, eran presagio de tiempos aciagos y eran el principal obstáculo para alcanzar una vida honorable.
Leviatán es quizá el mayor ejemplo de dragones malvados, aunque dentro de esta categoría también podemos encontrar:
- Gran Dragón: era la variedad más peligrosa de los dragones carnívoros, vivía en los lagos y ciénagas y, lo más importante, eran prácticamente indestructibles.
- Seudodragón: era el único pequeño en todas las razas de dragones; sin embargo, no sólo en apariencia, sino en maldad igualaba al más grande de sus hermanos, el Dragón Rojo. El Seudodragón podía comunicarse telepáticamente con los humanos y otros seres, así que para ellos era muy sencillo sembrar ideas malvadas en otros seres.
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