Seres feéricos en Francia
Aunque poco se conoce de los seres feéricos en Francia, si nos adentramos un poco en la mitología encontraremos algunos de estos seres:
Los Lutins que son una especie de goblins, se encuentran en la región de Cornualles y se dice que les gusta cambiar de apariencia, pero por cada vez que lo hacen pierden unos centímetros de su tamaño. Existen incluso algunos lutins y lutinas que son del tamaño de una hormiga; es por esto que los habitantes de Cornualles creen que matar a una hormiga trae mala suerte. El más famoso de los Lutins es Nain Rouge (Enano Rojo) a quien le gusta adoptar la forma de un caballo cuyo nombre es Le Cheval Bayard, es originario de Normandía y su función es muy similar a la de los espíritus en las casas de Inglaterra, Alemania y Escandinavia.
La creencia en los Lutins franceses ha sido tan fuerte, que se extendió a Quebec, Canadá, en el norte del continente Americano. En Quebec los lutins adoptan la forma de cualquier mascota como conejos, perros o gatos blancos que tienen el poder de controlar el clima.
Los duendes franceses se conocen con el nombre de Aldaboneros y su función es acompañar a los mineros en sus jornadas, ayudándoles a encontrar betas de minerales cuando golpean en la tierra. Aunque son amigos de los mineros, como todo duende que se precie de serlo, no pierde la oportunidad de jugarles bromas; así que los mineros se acostumbraron a regalarles comida con la condición de que los dejen trabajar.
En el folklore de la región de Cornualles se dice también que los Aldaboneros eran espíritus que ayudaban a las personas que murieron en accidentes en las minas y que también previenen a los mineros de algún peligro que pueda existir.
Por último están los Pixies franceses o espíritus traviesos a los que les gusta adoptar la forma de erizo.
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